Personalmente al momento de dar con una idea creativa llega por mera inspiración, aunque jamás podría definir qué me inspira en particular me encuentro con momentos y cuadros visuales que cultivan en mí cierto cariño que al intentar traducirlo, me lleva al arte. Desde aquella hoja que cayó del árbol, esa persona que vi en la calle sonriendo a su celular, tan solo pensar en el mañana e incluso el tono de voz en el que alguien habla repentinamente me trae inspiración. Se me ocurren mil ideas y todas conectan pero luego me encuentro con ésta inmensa luz negra y me pregunto; "¿cómo avanzo?" Se vuelve intuitivo pero el desarrollo es lento y con tantas trabas que queda como un borrador incompleto con puras palabras clave, esperando el momento en el que los nudos desenvuelvan y formen párrafos.
Admiro mucho a les artistes quienes pueden manejar su propia imaginación para desarrollar algo muy complejo a partir de su fuente de inspiración, aquellos que se inspiran de todo una historia ajena para complementar su arte, que hallaron una nueva perspectiva al suceso y eso les llevó a desarrollar su propia filosofía representada en el arte. Esos artistas que respetan su tiempo para seguir dando pasos pequeños acercándose a la materialización de su arte, y ni hablar de aquellos artistas que una vez con su fuente de inspiración viene de la mano ese desarrollo tan calculado y organizado para llevar a cabo su idea. ¿Cuánto trabajo requiere llegar as ese punto? ¿Cuánto me puede costar a mí llegar a elaborar un proceso creativo? Tengo esta imagen en mi cabeza cuya resolución es increíblemente baja y necesito acercar la imagen para poder leer el texto que sale al fondo, luego en esta otra narrativa se escucha una voz irreconocible murmurando todo repitiéndose a sí misme una y otra vez. Luego me tengo, en desesperación por entender qué está sucediendo dentro de mí.
El desarrollo es la parte más difícil pero resulta divertido explorar y conocer durante el viaje hacia la conclusión. No me rindo, encontraré mi propio proceso creativo y mostraré los rincones de mi espacio consciente.
Zinnia Malvón
19 años
Bailarina
Monterrey, N.L.
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