Como artistas, sabemos que el arte nos salva, nos hace felices y puede lograr en nosotros una sensación de seguridad y paz, y es por eso que decidimos ser artistas; sin embargo, conforme vamos creciendo debemos decidir la manera en la que viviremos y sentimos que el cuento de hadas se acaba, y como en cualquier profesión llega el momento de abrirnos a la realidad, pero qué pasa cuando los demás no conocen que en el arte también existe la realidad y el lado serio. La mayoría de nosotros crecemos con la idea que del arte no se vive, y se nos obliga a elegir un camino y forma de vida "real" cuando crecemos, pero muchas veces esa realidad nos pega muy fuerte y nos rehusamos a creer que no podemos vivir felices en la vida, entonces ahí comienza un dilema un tanto gracioso (pero como artistas siempre encontramos lo bello, gracioso o fascinante de la desgracia) "¿ser feliz o tener qué comer?".
Cuando eres la oveja artista de la familia vives en constantes comparaciones: tu hermano aquí, tu hermana allá, sus licenciaturas reales por aquí, sus trabajos reales por acá, pero nunca nadie te dice que ellos son felices haciendo lo que les gusta, o tal vez no, nadie habla sobre cómo haber elegido esa carrera y trabajar de eso impacta en cómo ellos se sienten. Platicando con una amiga ella me dijo: "la felicidad trae consigo el dinero" y la realidad es que cuando eres feliz con lo que haces puedes trabajar mil veces más y aunque te canses lo disfrutas y buscas oportunidades para hacer más de lo que te gusta, no es que el ser feliz te haga mágicamente estable en todos los sentidos, pero te da la energía para poder llegar a la estabilidad.
En este país, lleno de desempleo e inestabilidad ¿qué tiene de diferente ser artista o administrador? Nos encontramos conductores abogados, vendedores contadores, y gente que ejerce su profesión por poco más del salario mínimo. Aquí entre nos, había elegido una carrera, que si bien me gustaba, no me parecía demasiado fascinante para pasar 4 años estudiándola, y además dedicarme a eso por el resto de mis días, lo curioso era que decidí estudiarla para poder seguir bailando y estudiar arte, porque eso me aseguraba "estabilidad en el futuro" según los adultos, y lo que era aún más curioso es que las 2 personas que yo conocía con esa misma carrera se dedicaban a la docencia en la danza, con sus propias escuelas y no ejerciendo su profesión.
Para ti que dudas de seguir tu pasión, o de arriesgarte a ser feliz, quiero que sepas que no estás solx, y que es totalmente normal, porque nos toca luchar contra todas las ideas que están ahí desde hace años. Recuerdo una imagen que decía que todo en la vida es difícil, pero cada quién elige su difícil; ser profesional de la salud, ser docente, ser ingeniero es difícil, pero también lo es ser artista y dedicarse al arte en cualquier variante y disciplina.
Este texto más que informar o dar datos, contiene un montón de pensamientos e inquietudes que me rondan la cabeza, y que busca acompañarte o acompañar a ese antiguo tú que alguna vez escuchó algo de esto o vivió atormentado en su momento, lleno de dudas e incertidumbre.
Aury May 21 años
Instructora de Barre, Artista de corazón, madre bailarina.
Mérida, Yucatán
Fotografía: Blondie Marrufo
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